• Capitulo 17

-Narras tú-

Presionando la pasta de dientes hacia mi cepillo, lave mis dientes meticulosamente dos veces. Enjuagándome me miro al espejo hechizada por sus besos cálidos. Cierro mis ojos.
Saboreo con mi lengua mis labios, y saber que de nuevo han sido tocados por él.
Dios mío. De nuevo ha pasado. Abro los ojos mirándome con una sonrisa estúpida. Mi autoestima ahora es poderosa, que ahora puedo conquistar lo que quiero. Lo que deseo.
¿Y si llego la hora de cambiar lo que debo de ser ahora?
Recuerdo las palabras que una vez me dijo mi mamá. No dejes que ningún hombre te cambie. Sé cómo eres, no necesariamente tienes que ser otra para agradarle a alguien o gustarle.
Tal vez no hace daño ser otra, aunque sea un poco diferente.

Decidida abro mi maleta y revisar los varios modelitos que compramos el otro día Nicki y yo. Sacando un short de mezclilla corto color rosado fosforescente claro pero tampoco colorido con estoperoles en la izquierda acomodadamente hermosa. Una blusa blanca flojita y pegada a la vez arriba de mi ombligo y a los alrededores con encaje y un poco de piedritas.
Hola… saludo a mi piercing que aún sigue ahí cómodo en mi ombligo. Y unos zapatos de piso.

Terminando de vestirme, me acerque al vestidor. Me veo… woow… pero aún falta algo más.
Enciendo la plancha de Nicole espero 30 segundos asegurándome de que esté lista para usarla dando leves toquecitos amarro mi cabello con una liga partes por partes para planchar bien mi cabello, pedazo por pedazo.
Terminando cepillo mí cabello por encima para acomodarlo… y listo, mi cabello liso y manejable con volumen.
Usando un poco de cosméticos que compre, una perfecta mascara enchinaron mis pestañas. Y una leve cantidad de gloss en mis labios aplique.

Acercándome de nuevo al tocador tomo un poco de mi loción colocando en mis manos esparciéndola en todo mi cuelo y cuerpo.

-Narra Justin-

Sentándome en el sofá más cómodo estiré mis pies recostándome mientras cerraba mis ojos.
¿Qué me has hecho? Porque me obligue a besarte de nuevo. Sé muy bien sobre la apuesta está avanzando todo muy bien. Pero esto comienza a hartarme. ¿En serio a Ryan se le ocurrió una apuesta? Muy en el fondo esto es realmente ESTUPIDO. Es muy infantil jugar así. Tendré que cancelar la apuesta. No quiero hacer esto. Es absurdo, una idiotez. Será mejor que olvide todo este rollo con ella. En realidad no quiero lastimarla, sería un imbécil después de todo lo que le he hecho. A veces quisiera recompensarlo, pero estoy confundiendo las cosas. Si en verdad quiero recompensar el “daño que le hice” debo hacerlo con las cosas en claro, maduramente. No ilusionarla con amor.
¿Entonces porque sigo besándola? ¿Por la apuesta? Haha pero si cuando la besaba no pensaba en la jodida apuesta. Pensaba en ella, en besar sus labios una jodida vez.
Levantándome pasé ambas manos por mi cabello caminando de un lado a otro por la sala. Dos manos, eso es doble exasperación. Un control sólido.

-¿De nuevo de mal humor cabron? –Ryan hablo detrás de mí. Rodeándome para mirarlo de frente.
-¿Qué piensas man? –Contestó.
-Estoy pensando en _____.
-¿Ah? Que te hiso ahora. –
Fruncí mi ceño a él.
-Nada. Estado pensando toda la mañana… y quiero cancelar la apuesta. –Susurro mirando a mi alrededor que nadie esté a nuestro alcance.
-¿y eso por qué? ¿Se te hiso difícil? –Ryan se burlo.
-NO. Es muy estúpido Ryan. Es muy infantil. Solo a nosotros se nos pudo haber ocurrido tan grande barbaridad, parece un juego de secundaria idiota. –El cruzo sus brazos y apoyando una mano en su mentón pensando.
-Tienes razón. Es muy estúpido en serio –El negó con su cabeza riéndose. –Bueno, cancélalo. ¿Pero ya es demasiado tarde no?
-¿Por qué lo dices? –Fruncí confundido.
-¿Cuántas veces la has besado?
-Tres.
El volvió a pensar un buen rato.
-¿No crees que ya esta ilusionada?
-Pero ni siquiera está enamorada de mí… ¿o sí? –Pongo mis ojos en blanco
-No sé man… tu solo debes de saber en la manera que sientes sus besos.
-¿Ryan Butler hablándome de amor? –Lo mire al mismo tiempo lanzándole una carcajada.
-Hijo de puta, solo trato ayudarte –Gruñó.
-¿Entonces? –Pregunte.
-¿Entonces qué? Pues cancélalo, ya. O al menos que esta noche te la folles. –Se volvió a reír.
Niego con mi cabeza apretando mi tabique con mis dedos.

Sintiendo vibrar en mi pantalón, deslizo mi mano en mi bolsillo sacando el iphone timbrando.
Mirando el identificador de llamadas “desconocido”, rápido toco el botón de contestar.
-¿Hola? –Espero unos segundos en silencio…
-Hola… –Mi estomago callo por completo poniendo mis ojos en blanco impresionado.
Esa voz… ella. Cierro mis ojos negando con mi cabeza.
-Hola. –La voz de ella como si le hubieran sacado el aire.
- Hola, Jessica. –Contesto sin dejar de abrir los ojos.
-Necesito verte. – Escuchar esa palabra hiso que se formara un nudo en mi estomago.
-¿Pasa algo malo?
-No… es… solo quiero verte
-Lo siento, Jessica. No puedo verte.
-¿Por?
-No estoy en la ciudad.
-¿Y cuando podrás?
-Por lo pronto ahora no. –Un silencio incomodo de 5 segundos esperando que alguien siga con la conversación.

-Narras tú-

Bajando las escaleras normalmente, con esta ropa me sentía un poco rara, apenada y con una autoestima elevada.
Saltando el último escalón, me detuve y ahí estaba.
Mi hombre, con sus pantalones de chándal, su camisa blanca sin mangas y su gorra de siempre hacia atrás.
Estaba en una llamada mirando de perfil hacia la ventana y viendo el hermoso paisaje de los pinos de más haya… se notaba exasperado, como si hubiera visto un fantasma.
Preparándome para acercarme a él, el miro una vez hacia mí, luego hacia la ventana e impresionada mente su mirada corrió de nuevo hacia mis ojos. Visualizándome de pies a cabeza con sus labios entreabiertos disimuladamente, colgando llamada y terminar deslizando su mano por su bolsillo hasta dejar su celular en la mano.
Trague saliva.

-¿Y los chicos? –Pregunte lo más normal posible. El tomo unos segundos para responder.
-Ah… ellos fueron por más leña y más cosas.
-Más cosas... –Asiento con mi cabeza entendiendo. Mientras me acerco más a la puerta para abrirla, el sol brillaba con fuerza.
Sentía su mirada sobre mí, lo notaba de reojo, sus ojos me seguían absolutamente cada movimiento que hacía.
Me sonrojo.
-Bueno creo que iré por algo de comer –Exhalo mientras me giro sobre mis talones.
-Hey… –El se acerca lentamente lamiendo de costumbre sus labios, se apega un poco más y más a mí haciendo que mi espalda tocara la fría pared detrás de mí, y lo caliente de su cuerpo enfrente de mí.
Sus dedos se deslizan por mi cintura tan suavemente mientras su mirada fija en la mía hasta correr en mis labios. Deteniendo mi respiración sus labios se abrieron para decir algo.
-Eres tan hermosa ____ –Habla con su voz aterciopelada en un susurro.
Dios, me dijo que soy hermosa. ¡ah! Su nariz y boca se acerca por mi mentón acariciando su cara hasta llegar a mi cuello, sintiendo un jadeo, su respiración entrecortada en mi cuello. Y sus manos acariciando mi espalda de arriba abajo.
-Hueles tan bien ____... –Cierro mis ojos sintiendo su respiración cercas de mi cabello y pasa una mano por mi trasero, abriendo los ojos como chispa mi corazón se acelera.
-¿No interrumpo? –Dios mío, Deborah. Mierda, mil veces mierda.
Justin sabía que era ella mirándome pero sin ver en realidad nada se echo hacia atrás lentamente mientras elevaba su cabeza hacia la puerta con ella, esperando la respuesta de él.
Justin trago saliva pero sin tener ninguna emoción en absoluto en su rostro.
Con mi mirada escondida, miré a Deborah con sus brazos cruzados mordiendo el interior de su mejilla y las aletas de su nariz se movían.

Ella se rodo para regresar de donde venía.
-Debo –Justin hablo rascando su nuca.
-Déjalo así Justin –Alzo su mano en señal de alto.
Alejándose sentí una pena horripilante. Joder ¿y si en verdad está molesta?
Justin la siguió. Oh no, la sigue.
Notando desde aquí vi como ellos discutían. Preferí dirigirme a mi habitación.
Entrando me arrime al balcón para respirar aire fresco. Es tan relajante estar a esta altura y poder el gran espacioso que es el bosque, con sus pinos, y las demás cabañas más al fondo. Percatando con mí mirada más arriba en una montaña muy cercas de aquí, se encontraba una cabaña en una altura. Sería grandioso estar allá arriba en esa cabañita y poder mirar mejor todo el territorio.

Decidida me pongo mi traje de baño, haya afuera al piscina se miraba tan antojable echar un chapuzón ahí dentro. Me visto de nuevo con mi ropa anterior encima.
Bajo las escaleras y me aproximo hacia la entrada.
No veo a Justin por ninguna parte, mucho mejor. Así me evito un poquito la pena de estar en bikini frente de él.
Quitándome primero el short, y luego la blusa me siento en el cemento introduciendo solo mis pies para que se acostumbren a la temperatura del agua.
Pensé que estaría en aguas termales.

-¿Te molesta si me meto a nadar contigo? –Abro como platos mis ojos y cierro y pronto miro hacia Justin.
-No, entra –Le dedico una sonrisa.
Mirando de reojo se quita su pantalón de chándal y camisa estando solo con su bóxer azul, se sienta a un lado de mí introduciendo también sus pies.
-¿Y bien, porque no entras? –Pregunta
-No pensé que el agua este un poco helada. –Justin alza sus piernas y vuelve meterlas acostumbrando la temperatura.
-¿Y tú?
-Bueno yo espero que entres primero. Primero las damas, señorita. –Se ríe levemente.
-Bueno pues como señorita, te pido que entres primero
-No sé nadar –Mira hacia otro lado y sé que está sonriendo.
-Haha, si claro –Contesto sarcásticamente.
-En serio, no sé ni flotar. –Justin acerca su pantalón de chándal y saca su iphone, mirando lo que hace, mueve sus dedos con tanta facilidad en el, haciendo reproducir esta canción.

{Escucha esta canción mientras lees esta partehttp://www.youtube.com/watch?v=dDN2V1v36vw }

Sube a todo volumen su iphone y lo acomoda en su pantalón afuera del alcance del agua.
Empieza a sonar unos segundos y mueve su cabeza tan sensualmente.
Joder no hagas eso Bieber, me volverás loca cada vez que hagas eso.
-¿Que música es?
-Sex on fire de Kings of Leon
-Muy Buena. –Encojo mis hombros tímidamente con una sonrisa.

Inesperadamente Justin se levanta
-Levántate –Ordena.
Rápidamente me levanto y espero sus intenciones.
-Súbete a mi espalda. –Justin se pone en cuclillas a mi dirección con la seña de subirme.
O por Dios. ¿Habla en serio?
-No, ¿no esperas echarme al agua cierto? –Sonrió mientras su mirada retadora me hace que me suba de una vez.
-Vamos, solo súbete. –Justin me aprieta a él y se acerca lentamente con su cara seria, besa mi frente y me toma de la mano acercándonos más a la orilla de la piscina.

-Ven, cierra tus ojos, y aguanta la respiración. A la cuenta de tres – Me encimo en el en horcajadas en su espalada, tomándome mis piernas, Cierro mis ojos y aguanto mi respiración apretándome a él. Juro que noto s sonrisa hasta sus ojos.

-Una… dos… tres… –Justin se impulsa hacia el agua sumergiéndonos completamente.
Abriendo mis ojos dentro del agua Justin los abre también aguantando su respiración mientras me regala una sonrisa.
Sin aguantar intento sacar mi cabeza para poder respirar, sintiendo esa sensación de agua fría pero mi cuerpo quedo acostumbrado a lo helado.
-Un día de estos te voy a matar Bieber – Me burlo.
Miro hacia atrás, delante y todo mi alrededor y no hay señal de él
-Oh Dios mío, ¿Justin? –Recordé que había dicho que no sabía nadar.
-¡JUSTIN!
-¡Boo! –Sentí sus manos fuertes detrás de mí en mi espalda abrazándome.
-No puedo creer que hayas caído –Justin se burlaba a carcajadas mientras me volteaba para estar enfrente de él. Niego con mi cabeza.

-Mi abuelo murió ahogándose. –Negando con mi cabeza comencé hacer pucheros con mi cara a punto de soltar el llanto.
Justin cambio de su cara divertida ha abriendo sus ojos como platos y formarse totalmente serio
-Oh, nena… – Justin puso una mano en mi cara.
Poniendo mis ambas manos en mí pecho sin dejar de negar con mi cabeza con una mirada de decepción.
-¡No puedo creer que hayas caído! –Me volví a carcajadas mientras él seguía mi risa sin parar de reír, Justin me apretó a él haciendo que mis piernas rodearan su estomago mientras me cargaba y posaba brazos en sus hombros sin dejar de reír.
Nuestras respiraciones eran aceleradas, Justin penetro sus ojos en los míos
Joder, no… Justin. Mis mejillas comienzan a colorearse.
-¿Por qué te sonrojas? –Pregunta divertido
-Que, yo… no…
-Sí, lo estás haciendo –Me sonríe.
-No me retes señor Bieber.
-Puedo retarte cuando quiera, o cada vez que estés cercas de mí señorita ____ –Justin me mira alzando su ceja izquierda.
-No hasta que me atrapes. –Hecho un poco de agua en su cara intentando alejarme de él.
-Ohh ¿qué has hecho ___? Ven aquí. –Justin gruño mientras se limpiaba los ojos con la yema de sus dedos.
-No hasta que me atrapes. –Lo reté.
-Ya verás… –Nado hacia el otro extremo de la piscina intentando nadar lo más pronto posible.
Oh Dios mío me alcanza. ¿Cómo lo hace?
-Nooo –Me rio, mi debilidad hace que sus brazos me atrapen.
-¡Te tengo! Haha
-Eres un bruto
-Bruta –Se volvió a reír. Amo su sonrisa.
-Hace mucho que no rio tanto con alguien ____.
-Es la segunda vez –Comento
-¿La segunda? –Pregunto confuso.
-Sí, la primera fue cuando estábamos en tu auto y yo salía por el techo. –Justin se quedo cayado.

De nuevo ha pasado, aún recuerdo la primera vez que llegamos aquí aventándome al agua cuando se puso furioso por haberle aventado soda en toda su cara y camisa.
De nuevo se ha repetido, pero esta vez ha sido un gran sueño

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Ya habíamos salido de la piscina, comenzó helar horriblemente. Me di una ducha caliente rápido mientras me pongo unos pantalones de chándal y una blusa cómoda un sweater algo delgado. No puedo soportar el frío.
No creo que fue buena idea entrar a nadar, pero no me arrepiento después de todo.
Nadar con mi hombre, los dos. Me hacia tan feliz.
Dando un pequeño salto a mi habitación me metí dentro de los cobertores.
Maldita sea hace muchísimo frio, no lo puedo aguantar más.
Acurrucándome cierro mis ojos temblando de un jodido frio.
Se escucho el rechinido de la puerta abrirse, ¿será Nicole que ya llego?
La cama se sumía en movimiento y se puso atrás de mí. Seguro es ella. Cierro mis ojos temblando de frio y tratar de no parecer mal, siempre se preocupa y no quiero preocuparla.
-¿Estás bien? –Su voz aterciopelada
Oh es el, abro mis ojos como platos. Me volteo a su dirección y está apoyando su codo en la almohada y su mano izquierda en su cara
-Sí.
-¿Segura? –Niego con mi cabeza.
-Ven –Justin se acomoda entre costado y abre sus brazos en señal que me arrime a él
-¿Ah? –vuelve a mover sus manos, acercándome me acuesto entre su brazo.
-Ven acércate más no seas tímida. –Justin me presiona más hacia el poniendo mi mano en su pecho.
-No soy tímida…
-Lo eres, ahora estas sonrojándote. –Una sonrisa mía se dibuja tímidamente.
-¿Ves? –Se vuelve a reír levemente. Levanta el cobertor y la sube hasta mis hombros dándome calor.
Este hombre, me hace sentir más tibia.
-Justin mete su mano dentro de las sabanas y pasa su fría mano acariciando mi espalda, salto debido a lo helada que está haciendo chocar lo caliente y frio.
-Oh, ____ estás caliente. –Escondo mi cara en su antebrazo. -¿Quieres que te traiga un té? –Niego con mi cabeza.
-No… –Jadeo.
-Pero ___ esta muy helada, te hará sentir mejor. Solo voy y vengo.
-No, no te vayas… te necesito aquí. –Justin permaneció en silencio y su mano se dirige a mi mentón haciendo levantar mi rostro hacia su cara.
-¿Me necesitas?
Mierda, ahora que le digo.
-Necesito tu calor. –Mi mirada sincera hiso que Justin besara mi frente. Maldita sea esto es tan acogedor, estar en sus brazos, y con mi hombre. Mi Justin.

-¿Y qué… y que pasó con ella?
-¿Con quién? –Responde mientras mira al techo
-Con. Deborah. –Contesto con un hilo de voz.
-Ah, Hmm. Terminé con ella. –Responde corto y frio.
Jesus, ¡¿termino con ella?!
-Lo siento.
-¿Por qué lo sientes?
-Tal vez fue mi culpa
-No, ____. Desde cuando ya tenía ganas de cortarla. Lo supe desde mucho atrás.
-¿Desde cuándo? Digo, si se puede saber…
-Lo supe desde que te humillo enfrente de todos en la preparatoria, un día después del baile. ¿Recuerdas? –Asiento con mi cabeza
Triple mierda, ¿Justin termino con ella por mi? Mejor no sueño.
-Pero no es para tanto era tu novia desde entonces, tenía el derecho de reclamarme esa situación.
-No, ____. No la conoces, no solo fue por eso. Desde que se beso con aquel hijo de puta de Diego, negarme y después que la sedujo y se dejo llevar. Claro. ¿Qué me dices de que se haya llevado tu jodida ropa del lago el otro día? –Entonces era ella… Lo sabía.
-Mejor cambiemos de tema… ¿cómo están tus papás? –Diablos ¿por qué me pregunta de ellos?
-No quiero hacerte recordar los malos momentos que te hice pasar la otra vez en el restaurant aquella noche cuando te escapaste conmigo. Pero ¿Qué paso, regresaste bien a casa, no te descubrieron?

-Ustedes qué diablos hacen aquí –Hablo Amber que abría la puerta de par en par con sus brazos cruzados con sus labios torcidos.
-Que jodidos te incumbe. –Justin gruño. Amber cerró la puerta con fuerza ¿Se enojo?
-¿Y bien? –Oh espera una respuesta.
-Me descubrieron.
-¿En serio? –Justin puso los ojos en blanco
-Sip.
-¿y qué paso?
-Le dije que solo Salí por que escuche un ruido, afortunadamente me creyó. –Di una leve risita. Justin solo se volvió a mirar el techo con su grande sonrisa que me derrite.
-¿y tu papá seguro el te pasa todas tus llegadas tarde a casa? –Devolví mi buen humor. La cara de Justin se entorno de una sonrisa a sus pómulos endurecidos. Y una cara amarga.
Joder, de nuevo eche a perder la conversación. ¿Pero qué es lo que le pasa? Porque siempre que nombro a su padre se pone así?
-¿Pasa algo?
-No. –Contesta frio y cortante.
-¿Seguro? ¿Por qué siempre que nombro a tu… papá te pones así?
-No quiero hablar de esto ____.
-¿Por qué?
-¡Basta de preguntas ____! –Justin se enfureció. Haciendo que lentamente me quitara de su regazo y acostarme mirando al techo.
-Nena… –Justin se acerca acariciando mi brazo.
-Ya sé Justin, ya sé que no debo meterme en tus asuntos “personales”
-No, no es eso, es solo que… no me gusta hablar de él. Pero te lo diré. Jamás he hablado de esto con nadie, ni siquiera con Ryan.
Santa virgen, ¿soy la primera acaso?
-No te sientas comprometido en decirme, no es necesario que me lo digas.
-No. Te lo diré. Es solo… que mi papá. No lo veo como “mi papá” ¿entiendes? No sé como explicártelo ____. El tiene otra mujer. –Cierra sus ojos con vergüenza.
Oh no.
-Esta juntado con otra mujer y dio luz a dos niños. Vienen siendo mis medios hermanos… Joder ____ es algo que no entenderás. –Soba su cabeza una y otra vez frustrado.
Me levanto y él me sigue mientras nos sentamos los dos en la cama.
-El dejo a mi madre y a mí cuando tenía unos meses de edad. Pero bueno ya no quiero hablar de eso. –Dice con sus palabras dignas. Cerrando sus ojos y respirando profundo.
-Mejor cuéntame de tus padres, la última vez que me dijiste en tu habitación, ellos ¿están separados o algo así?
No, no, no, no, no de nuevo. No quiero recordar este dolor que me mata cada vez que nombran a “mis padres”
Agacho mi cabeza.
-Mi papá es viudo.
-¿Qué? –Dice sorprendido. -¡____! –No me atrevía a levantar mi mirada.
No, por favor no llores ____, no lo hagas, no.
Demasiado tarde he llegado a derramar malditas lágrimas en silencio.
-¿____? –Justin toma mi mentón y abre sus ojos de par en par debido que estoy enfrente de él ahogándome en lágrimas.
-Mi madre y mi hermano están muertos… –Apoyo mi frente en su pecho jadeando en un aire caliente. Siento sus manos acariciando mi cabello.
-Ellos murieron en un accidente de auto. –Susurro entre llanto tan silencioso posible. Justin espera unos segundos y responde.
-¿Hace cuando paso eso?
-hace un año y medio. –Levanto mi mirada a sus ojos horrorizados. El niega con su cabeza frunciendo con dolor.
-¿Por qué mierda no me lo habías dicho ____? –Justin limpia mis lágrimas.
-Creo que es algo que no te interesaría.
-Me interesa, me importas ____. ¿Sabes el daño que te e echo y tú me aguantaste todo este maldito tiempo? Y ¿tener que soportar todo este dolor que llevas? – ¿Le importo?
¿En verdad le importo? Eso hace que suelta en un llanto más fuerte en un gran susurro.
-Nena, no llores… ven. Justin me abraza y me vuelve en su regazo apoyando su mentón en la cima de mi cabeza sin dejar de acariciar mi cabello.
-Mi papá cayó en depresión peor que yo, dice que tiene miedo de perderme también a mí. Es por eso que es muy sobreprotector conmigo. Solo yo le quedo. El hecho de perder a mi hermanito de 8 años, Daniel. Y mi madre que me crio desde que me acuerdo me da un dolor en el pecho cada vez que la recuerdo.

Desde niña, toda mi vida siempre miro a la luna, y en especial a las estrellas. Antes de que naciera mi hermano, siempre nos íbamos a un lugar muy obscuro para ver las estrellas y la luna.
Mucho después de que ellos murieran, mi papá me dijo que siempre mirara las estrellas, que siempre estarán mi mamá y mi hermano ahí. Cuidándonos. Sé que para ti suena estúpido. Pero para mí siempre es importante.
Hoy en día deseo ir algún lugar en lo más alto que pueda y ver las estrellas y estar más cercas de ellas. Y mirarlas brillar más fuerte de lo normal.
-Nena, tranquila… todo lo que pasa en este mundo es inesperado. La vida nos da pruebas y debemos ser fuertes a lo que Dios nos pone en el camino. –Lo miro desconcertada.
-¿Cómo puedes decir estas palabras Justin? Siempre pensé que eras de otra forma, no sé cómo explicarlo.
-¿O sea que me dices que soy un cerrado y no tengo sentimientos a lo que digo?
-Haha no…
-Sonreíste –Justin contesto mientras besaba mi frente.
-Cierra tus ojos. –Ordena
-¿Ah? –Contesto confundida.
-Cierra tus ojos. –Cierro mis ojos impresionada mente su aliento queda pegado en mi oído cantándome una canción de acapella
{Escucha esto} http://www.youtube.com/watch?v=VC6W4C2l4bI

Cantándome con tanto sentimiento, maldita sea, su voz. Joder, su voz de nuevo. Esta vez lo tenía en mi oído haciéndome estremecer por completo, mi piel se erizo, y al parecer se dio cuenta, al cantar soltó una pequeña risita.
Just the way you are… a cantado esta canción para mi… ¿cómo sabe que me encanta la música de Bruno Mars?

“Cuando veo tu rostro no existe otra cosa que yo quisiera cambiar, porque eres asombrosa así como eres.”
Oh Dios mío. Este hombre me hará llorar pero de buena gana.
“Sabes lo que voy a decir cuando veo tu rostro”
-Oh nena no llores… –Justin habla sonriéndome.
-Lloro de felicidad Justin. –Miro a sus ojos.
-¿Te he hecho feliz?
-Por el momento sí.


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C o n t i n u a r a ~

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