jueves, 9 de enero de 2014

• Capitulo O3

-Narras tú- 

La última vez que hable con Harry pensé en que sería mejor en hacerme la indiferente con Justin pero de nuevo no cumplí con mi palabra. Pero como evitarlo, por fin el estaba a mi lado, ¿era el destino que estuviéramos en el mismo autobús escolar? Algo me decía que tenía que hablarle, no desperdiciaría la oportunidad.



Entramos todos a clases y una señorita entro para dar unas indicaciones.
Como verán se acercaba el 14 de febrero, una fecha que para mí no se me daba nada. Si, el amor. Sera el día de San Valentín. Ya me veo en esa fecha acostada en mi cama con mi padre viendo pelis.

La señorita se daba el lujo de pasar a cada uno de los nuestras butacas para dejar, al parecer ¿una tarjeta? Se formaba en aquella tarjeta un corazón típicamente con las palabras de “Día de San Valentín”. Donde se tomaban la oportuna invitación para asistir ese día al patio de la escuela, ya que habrá ‘DJ’ Luz y sonido obvio con todo tipo de música, y de todo tipo de comida, un “día especial” que ellos le llamaban. Pero para mí era un simple día “equis”. En la parte de atrás se formaba una lista de las demás cosas que habrán, al mirar se parecía que será una buena fiesta. Pero aun así preferiré estar con mi mamá viendo películas y esas cosas por el estilo. Ya que nadie se tomara la molestia en invitarme al baile. ¿Yo bailando? Y con un atuendo sexy, creo que no era lo mío.

-¿Genial no ______? – Dijo Nicole con una gran sonrisa.
-Sí, genial… –Suspiré.
-No me digas que no iras. – Contesto ella mientras Harry se acercaba y tomando asiento junto a nosotras.
-¿No iras _____? –Respondió Harry con desilusión.
-No sé, desde que mi papá se ha convertido en una desgracia en mi vida. – Bufe. –Me refería a que no me da tantos permisos para salir a fiestas.
-Casi no salgo y además no tengo con quien estar en el baile.
-Si yo te invito… ¿irías… conmigo? – Harry contesto mirándome profundamente a los ojos. Ambos nos quedamos mirando un par de segundos. Me impresiono su invitación ya que nadie lo hacía, ni pensé que lo harían, ni mucho menos de parte de él. De verdad que me moriría de vergüenza llegar a la fiesta de San Valentín nunca lo hago, pero ¿por qué vergüenza? Ni yo misma conocía las razones.
No sé, pero algo me llama mucho la atención de Harry, era guapo con sus ojos, y sus labios carnosos, no se quizás sería bueno aceptar, así será más fácil olvidar a… bueno. Pero no estoy segura, yo no sé mucho de estas cosas, casi no salgo y no se me da la experiencia, pienso que solo are el ridículo. Tendría que pensarlo muy bien.

-Ammm… no se tendré que pensarlo.
-Hay, vamos _______ será divertido. – Insistió Nicole.
-Está bien, ¿lo pensare de acuerdo? – Terminando la frase mire hacia Justin, quien conversaba con su amigo Ryan. Pronto voltee con Nicole y Harry.

La clase había terminado y de pronto se noto como todos los estudiantes salían de sus salones por que el receso había comenzado.

Tenía mucha hambre, podría comerme una vaca entera.
Nicole, Harry y yo fuimos a la cafetería y nos sentamos en la mesa, y vi a Justin, Ryan lejos de nosotros al frente platicando, al parecer Nicole y Harry no los habían visto más que yo.



-Narra Justin-

Me senté y tome una manzana limpiándola con la tela de mi camisa.

-Habrá una reunión hoy a las 8:30 de la noche… ya sabes man las carreras callejeras. –Ryan abrumó. –Mis pómulos se endurecieron y mandíbula temblaba. Apreté la manzana con los dedos.

-Hijo de puta, sabes que odio que hables de eso. –Dije sin apartar la mirada de la manzana.

-Relax man, quería invitarte. Hoy competiré con Zac, la ronda es de 1,500 Dólares la revancha, quiero que estés ahí con tu vieja. Y es tan lógico que ganare esa partida. –Concluyo.

-En primer lugar no le llames vieja a Deborah. Segundo sabes que no volveré Ryan. Ni loco quiero ver a ese hijo de puta, que por su maldita culpa destruyo mi auto. Y tercera como estas tan seguro que le ganaras a ese cabrón.
¿Sabes el lio que me metí, tratando de inventar una puta excusa para explicarle a mi mamá que le paso a mi carro?
¿Aunque sabes qué? Me quedan esas malditas ganas de darle la puta revancha y destruir su jodido carrito como él lo hizo al mío.

-¿Entonces…? –Ryan me miro con una sonrisa juguetona arqueando una ceja – Por qué mejor, envés de competirle yo, hazlo tu man, siempre le has ganado, solo que la ultima vez jugo muy sucio y esta vez no dejaremos esto así. Tendremos que demostrarle quien manda ahora. –Lo mire por tres segundos y desvié mi mirada a otro lado.

-Perro sabes que no tengo auto. –Rodee mis ojos.
-¿Y? consíguete uno, y el de tu mamá? –El alzo las manos al aire.
-Idiota no es tan fácil, además el de mi mamá es camioneta, no está en condiciones para correr. No quiero volver a las carreras por más que quiera volver. No le daré el gusto de nuevo de salirse con la suya.

-¿De verdad estas dispuesto quedarte así? Mi queridito Justin no seas tan estúpido. –El siseo. – Aquellas palabras de Ryan tenían razón. No dejaría de nuevo que se salga con la suya. Quería revancha después de que ese puto destrozo mi carro y me hizo quedar como un pedazo de mierda llego de humillación y vergüenzas. Mi ira creció más, mi pecho subía y bajaba.

-Préstametuferrari. –Hable aprisa y articulando mal las palabras.
-¿Qué? –Ryan hizo una mueca.
-¡Que me prestes tu maldito auto! –Respondí sin ni un signo de emoción.
-¿Ja... perdón? ¿Mi bebé? ¿Quieres que te preste mi nave? Eso nunca cabrón. –Rió y contesto severo.
-¿Quieres que le gane la puta revancha al maldito de Zac no? –Alce las manos al aire.
-No… bueno sí, pero… –Pauso unos segundos y se levanto de la silla mirándome dudosamente sobando su barbilla una y otra vez. Presiono ambas manos en contra de la mesa fijando su mirada en algo con concentración. Parecía que estaba pensando en que me saldría con la mía en obtener mi Ferrari. Su Ferrari.

-No Justin… ¿y si me destruyes también mi nave?
-Cabrón sabes que eso no va a pasar y no fue mi culpa lo que paso la última vez. Ese pedazo de mierda tuvo la maldita culpa y tú lo sabes, todos estuvieron de testigo. –Volvió a pensar apretando sus labios con la yema de sus dedos una y otra vez.

-Está bien… pero… –Hizo una pausa –… lo aremos más divertido. –Me dijo con una mirada juguetona.
-¿A qué te refieres? –Levante mi ceja derecha confuso.
-Te prestare mi Ferrari no solo esa noche para correr si no por una semana entera.
-Joder ¿estás hablando enserio? –Trague saliva.
-Para que veas que no son tan malo papi. –Ryan dijo burlándose solemnemente

-Perfecto ahora me alcanza a destruir a ese puto de mierda. –Reí.
-Eh. Eh. Eh. –Ryan apunto con su dedo índice. –Pero no tan rápido papi.
-Cabrón ahora que. –Bufé. –El Caminaba de lado a lado pensando. – Que más mierda quería este.

-Te prestare mi bebé por una semana y…
-Oh. Si… –Interrumpí– Se me formo una leve sonrisita.
-Escucha –Dijo severo.
-pero si me pierdes la revancha mi querido Justin…
-Haber, haber –Interrumpí – No quiero condiciones Ryan.
-Permíteme –Levanto su mano derecha en señal de alto – Escúchame si quieres que te preste mi nave, como te digo, si ganas la partida con el idiota de Zac te ganaras mi bebé por una semana, pero si pierdes… escúchame bien –Se acerco– tendré que ponerte un castigo. –Ryan se soltó con una leve carcajada.
Cuanto estuve a punto de admitir una palabra para responderle a Ryan, Sentí un escalofrió al sentir unas pequeñas manos deslizarse por la tela de mi camisa en mi espalda.

-Deborah me asustaste. –Susurre volteando mi cabeza a mi izquierda. –Ella me tomo de la mano con una sonrisita que ya conocía, tomando mi cara hacia ella y efectuándome un pequeño beso en mis labios prolongándose con fuerza. La aparte de mí.
-Baby… que era eso que me tenías que mostrar. –Ella me lanzo una mirada seductora.

-El se refería a que te invitará esta noche a las carreras callejeras. –Ryan interrumpió –Joder para acabarla tenía que regarla en invitar a Deborah.
-Oh bebé enserio. –Ella tomo de nuevo con sus ambas manos mi rostro y mis manos posaron en su cadera.
-Yep, pero…
-¿¡CORRERAS!? –Interrumpió.
-Sí, algo así.
–Claro que lo hará. –Concluyo Ryan. Mordiendo su mejilla interna me surco mientras sus cejas bailaban.

Me senté en la silla mientras Deborah me seguía y sentarse en mis piernas sin dejar de acariciarme la parte de atrás de mi cuello. Ella de nuevo apretó sus labios contra los míos.
El timbre sonó, era la primera advertencia de estar listos antes de que empiece la clase.
-Oh… bebé ¿tienes la tarea que dejo la profesora de lenguas extranjeras? Lo olvide por completo. –Deborah lamento surcando su labio. –De repente mis ojos se abrieron como platos al recordar que habían dejado tarea.
-Mierda, no, también lo olvide. Presione con la yema de mis dejos apretando mi tabique negando con mi cabeza. Era un asco en eso de los idiomas.

-Creo que buscaré a alguien que me pase la tarea. –Ella se burlo.


-Narras Tú-

Seguía platicando con ellos pero de vez en cuando volteaba a dirección de con Justin hablaba con Ryan, que parecía estar algo furioso en algo.

-_____ hay que terminar pronto de desayunar, ya dieron el timbre y en diez minutos tenemos que estar en clases. –Asentí con mi cabeza.

Seguí con la conversación tan entretenida y más porque Harry no paraba de hacerme reír, hasta que percate una silueta ya conocida con Justin.
Era ella, joder… pero perra madre… quise decirme algo mas a mí misma. Tengo que disminuir este sentimiento, Justin no es mío.
Ya quítatelo de la cabeza. Pensé a mí misma.
Mire disimuladamente sin ignorar todo lo que Harry y Nicole decían, hasta que Justin la jalo hacia a ella sentándola en sus piernas, como rozaba poco a poco su espalda aferrándola a él, seguí concentrándome en lo que mis ojos estúpidamente notaban ver y ella tomó el mentón de Justin hasta besar sus labios bien llenos de aquel brillo que cubrían sus perfectos labios operados. MIERDA, MIERDA, MIERDA, Esto no podría estar pasando, trate de disimular mi aspecto, pero moría por dentro no podía, no podía mirar esto, me dolía, como una vil mierda me sentía, no, no, ¿Justin por qué? Sentí como unas voces me hablaba…

-_______, ¿Helloo…? –Contesto Nicole confundida.
-Perdonen chicos ahora vuelvo.

– Me dirigí al baño tratando de disimular en cómo me encontraba. Me encerré en el baño y descargue todo mi llanto en pequeños susurros.
Sentí como cada parte de mis lágrimas caían y brotaban hasta caer en el suelo. Con suerte ese estúpido de Bieber no me está mirando llorar ante él. Pero joder porque, ya lo había dicho una y mil veces. Yo no elegí estar enamorada de él. Ahora lo que realmente estaba seguro de lo que sentía por ti ya no era amor. Era odio. Ahora más que nada decidiré salir ir al baile con Harry. Tengo que empezar nueva vida, nuevos amores, nuevos enamoramientos, donde el ya no esté más presente. Esto cambiara.

Salí del baño limpiándome las lágrimas. Me mire al espejo. Joder que aspecto asqueroso tenia. Me mire de nuevo y me lave la cara dos veces tratar de ocultar mi rostro con ese gran llanto que me provoque.
Salí y regrese a donde Nicole y Harry.

-Volví. – Dije con una sonrisa. – Que más bien parecía una sonrisa forzosa.
-Donde andabas perdida. –Contesto Harry.
-Solo fui al baño, ah… y sobre el baile, acepto.
-¿Enserio? ______, Perfecto entonces estate lista ese día ¿de acuerdo?
-Claro que sí. – Le dedique una sonrisa
-Valla ______ hasta que aceptas, ya te le estabas tardando darle su “si” a Harry. – Rio entre dientes. – Todos reímos. Pero dentro de mí se quedaba más ese vacío que más bien ya no quería recordar más.
-¿Y que te hizo cambiar de opinión tan rápido?
-No se Harry, solo que quizás sería bueno divertirme un poco. –Le dedique una sonrisa.
-Eso sí, tendré que esperar con el permiso de mi padre, y tu tendrás que ayudarme amiga. –La apunte con mi dedo índice dedicándole una sonrisa. –Ella asintió.
-Será mejor que nos apuremos o no queremos llegar tarde a clases –Harry dijo mientras se levantaba de la silla. –Todos nos dirigimos al pasillo que jodidamente y a fuerzas teníamos que pasar por donde estaba Justin.


-Narra Justin-

-Bueno, bueno ya tenemos que ir a clases no olvides hoy en la noche la carrera no lo olvides. Así que… prepárate. Y mientras pienso que castigo te pondré –El Soltó una risita.
-No es gran problema.

-Ryan tu pásame la puta tarea no hice ni madres.
-¿Qué? ¿Justin Bieber pidiéndome la tarea a mí? –Se echo a reír
-¡Cabrón hablo enserio!
-Yo nunca hago nada y lo sabes. Porque no se la pides a tu noviecita ______ –Dijo Ryan.
–Joder Ryan te voy a partir los huevos, hablo enserio.
-Hmm… Ah… ahí viene háblale. –Señalo a _______ que venía caminando con sus amigos.

-_______ –Le grite y ella rápidamente volteo. Ella formo una mirada confundida mientras con mi dedo índice le daba la señal que se acercara. Ella se acerco lentamente

-Hola nena. –Le dedique una sonrisa. _______ Me miro unos segundos le brillaban de tan solo mirarme. Cuando estuve a punto de tomar su mano y aferrarla a mí ella interrumpió.
-Juu… Just… Que quieres. –Esta aparto.
-Quería pedir que si me ayudabas con un trab…
-¿Un trabajo? –Me interrumpió.
-¿Yep?
-Ohm… acaso no olvidas lo grosero que fuiste esta mañana que casualidad que en estos momentos te dio un gran cambio eh? –Dijo sarcásticamente mientras se burlaba.

-¿Esa es tu manera de seducir para conseguir lo que quieres?, –Dijo cruzando sus manos en su pecho. – Pues conmigo no funcionara. ¿Por qué mejor no haces tú mismo tus trabajos? No es tan difícil. No eres un niñito de kínder que apenas sabe escribir. Porque no le pides ayuda a tu amigazo Ryan. –Esta apunto a él. –Se aparto para seguir con su camino antes de que pudiera decir una palabra. –

Me impresiono la reacción de ________ no pensé que llegara a ser tan directa, pensé que me ayudare Pero no me cuadra. Ósea soy Justin, Justin Bieber, nunca soy rechazado por nadie. Se me tensaron los pómulos.

¿_______ Me había rechazado? Mierda, no soporto eso de una niña. Apenas y me acerco a una nena y de esas que hacen todo, todo por mí, absolutamente todo y conseguía todo lo que quería.

-¡¡¡UUUUH!!! –Ryan comenzó echar carilla. Lo había visto todo.
-Jus-tin Bie-ber, ¡Rechazado! ¡JA, JA, JA!
-¡Joder cállate idiota!
-No puedo creer que tu habilidad para atraer, oh, oh, perdón para desatraer chicas, fuera tu fuerte cabron.
-Perro… –gruñí. –Este seguía riendo a carcajadas. –
Si leíste hasta acá, presiona en twittear.

No hay comentarios:

Publicar un comentario