viernes, 17 de enero de 2014

• Capitulo 19




-Narras tú-


“Te deseo” Se repite una y otra vez en mi mente: “Te deseo, te deseo” Oh Dios mío… Todos los músculos de mi vientre se contraen.
Me desea, Justin me desea. Espera… ¿Me desea?
Como jodidos ha ocurrido, me siento tan afortunada, seguro he hecho algo bien.
Mierda, ¿Debo de decir algo ahora?

Me mantiene agarrada pero se separa un poco para mirarme, examinando mi rostro tal vez esperando una respuesta. Enfoco mis ojos en los suyos, su mirada ahora es otra, entornados y libidos, con sus labios húmedos entre abiertos. Oh jodida madre, nunca lo había visto así, se ve tan…
Justin aparta sus ojos de mí, mirando al cielo, pronto me asusta ante su reacción sujetándome con fuerza.
-¡Una estrella fugaz, mira! –Grita mientras alzo mi vista al cielo en menos de un segundo, mis ojos captan una luz, como un flash que rápidamente cruza el cielo.
Una estrella, ¡Fugaz! Nunca había visto una, rápido me pongo a pensar en mi deseo. No sé si funcione pero si, ¿sí? Dios, es primera vez que veo una, y lo que lo hace tan más hermoso, que fue alado de él… de él.
Teniendo una sonrisa estúpida, mi rostro se vuelve a la de Justin, con una sonrisa tímida dibujada en su cara.
-Es primera vez que veo una. –Dice el mientras sus manos de nuevo rozan mi cadera y se apega a mí lentamente.
-Pedí un deseo…
-¿En serio? –Me mira impresionado– ¿Qué pediste? – Niego con mi cabeza y al mismo tiempo dedicándole una sonrisa victoriosa.
-Oh, vamos dime –Justin insiste.
-No –Suelto una leve risita.
-Entonces tendremos que disfrutar del paisaje que nos rodea. –Me volteo metiendo una pierna en el barandal, Justin se pone detrás de mí.
Esto es tan hermoso, estamos en una altura impresionante, aunque este obscuro, desde aquí arriba se nota las demás cabañas con sus luces encendidas ahí abajo. Pasan en ratos Cuatrimotos con chicos gritando de emoción, pero a la vez un silencio, una tranquilidad relajante. Hace un frio delicioso, el aire frio choca en mi cara haciendo volar mi cabello lentamente. Esto no se puede explicar de cómo me siento, no puedo creer que esté aquí y con él quien estoy enamorada. Miro al cielo nuevamente, y vuelvo a repetirme, el cielo se ve increíblemente más hermoso desde aquí arriba, debido a la obscuridad, el cielo se ve inmenso, con millones de estrellas brillando y la luna llena filtrando luz lunar en nuestras cabezas y en el demás paisaje.
Mas lejos, mucho muy lejos, se notan muchas lucecitas brillando, seguro que es la ciudad de New York, no puede ser, todo se ve desde aquí.
Se escucha un búho, se escuchan los grillos, ramas moviéndose debido al aire, se escucha un gato. ¿Un gato?
Escucho la leve risita de Justin. Me volteo para poder mirarlo.
-¿De qué te ríes? –Pregunto con más confianza, creo que me siento más segura al hablar con Justin, pero eso no deja de hacerme intimidar cada vez que lo miro, o me habla. Me pone a temblar
-Nada –Niega con su cabeza a la vez sonriendo –Es solo que, este lugar…
-Es muy hermoso. –Lo interrumpo acabado la frase.
-Como tú. – Musita
¡Oh cielos! Me sonrojo.
Quiero bajar la mirada como de costumbre, pero no puedo y no quiero, No puedo porque quiero aprender aguantar su mirada poderosa cuando me mira que hace que me intimide, debo luchar por eso ya. Y no quiero porque sus ojos hechizantes, son tan…
-Se que te estás sonrojando, aunque no lo vea. –Se ríe leve. Mientras acaricia con su pulgar mi mejilla.
¡Mierda! Como lo sabe, devuelvo una sonrisa y acaricio su brazo que sigue acariciando mi rostro una y otra vez. Cierro los ojos y me relajo ante su tacto cálido que me hace estremecer. Junto el aire frio que nos rodea, Justin se apega más a mí, sintiendo el calor de su cuerpo enfrente de mí. Sus manos se vuelven heladas de repente, pobre, se ha de estar muriendo de frio y está aquí, aguantando el viento helado.
Como de costumbre Justin lame su labio inferior con su lengua, empiezo a conocerlo, eso lo hace cuando quiere besarme. Joder… me siento tan feliz, humedezco los míos por igual, siento su aliento más cerca de mí, un poco más y más. Nuestros cuerpos unidos.
Mira mis labios y regresa su mirada a la mía, nuestros rostros tan cercas que no puedo ni moverme, son esos besos que ni frio ni calor. Pero si son de él…
Justin permanece tan cercas de mí sin dejar de mirarme, deseo, deseo besarlo ahora mismo.
“Te deseo” ¡Mierda! No puedo sacarme de mi mente esas palabras… como Justin puede ponerme así con tan solo esas dos palabras. Siento un aire recorrer por mi espina dorsal y mi piel se eriza.
¡Cielos no puedo más! Quiero que me bese ¡Ahora!
¿Qué le pasa? me mira. No aparta tus ojos de los míos. Parece pensativo, Dios no se mueve, di algo, haz algo o tendré que dar la iniciativa por segunda vez, como hace un rato de pedirle que me bese. Me sonrojo más al pensarlo.

Justin da un suspiro y encaja su cara en mi cuello, apretándome a él, respirando mi cuello. Su mano izquierda acaricia mi espalda con la yema de sus dedos, hasta abrazarme completamente. Justin no se aparta de mí cuello, su respiración se acelera, me acaricia más mi espalda con ambas manos… ¿Qué le sucede?
Justin lanza unos besos en mi cuello, cierro mis ojos.
Santa mierda, mi punto débil, se siente también, sus labios húmedos dejan huella en mi piel.
Escucho un gruñido en la garganta de Justin, respira más. Siento su cuerpo más caliente de lo normal. ¡Qué diablos le pasa!
Tan pronto que parece siento su cuerpo temblar. Oh no, esta temblando, eso es malo.
Justin tiembla. Se aparta para mirarme, su frente se nota un poco sudorosa, sus brazos no dejan de temblar y respira por su boca.
-¿Estás bien? –Justin me mira pero no contesta.
-Justin… –El sigue temblando. Soy una egoísta, me ha dado su chaqueta para quitar el frio que tenía, y ahora él esta así por mi culpa. ¿Y si no es por el frio? Que le pasa, no me dice nada.
-¡Justin! – Sigue anonadado, sin dejar de mirarme. Maldita sea.
-Ven, vamos adentro. –Me separo de él tomando su mano, me doy vuelta y me doy cuenta que estamos en otra cabaña, muy bien que se ve aquí. Es de un solo piso, pero es perfecto en este balcón se ve todo desde aquí arriba.
Jalo a Justin con cuidado para entrar y las luces están apagadas excepto la lámpara de aun lado de la cama.
Acerco a Justin y se sienta en la esquina de la cama. ¿Qué debo hacer ahora?
Me pongo entre sus piernas, pero él no deja de mirarme. Después agacha su cara.
Me alejo de él para buscar el interruptor y prender de él, pero él me detiene impidiéndome que me separe de él.
-No… ven. –Me toma de la mano haciendo que regrese entre sus piernas. Justin soba sus ojos y luego me mira.
-Lo siento, es que… no sé que me paso
-¿Por qué lo sientes?
-No… –Hace una pausa–… por nada–
-Pero, ¿estás bien? De repente estabas temblando, yo soy la que lo siente. Soy una egoísta, esta es tu chaqueta, y debes ponértela, tu cuerpo es frio y luego caliente, puedes enfermarte. –Contesto mientras me la intento quitar.
-No, no. Estoy bien, en serio.
-Bueno de todos modos me la quitaré. –Contesto mientras me la quito.
-¿Puedes encender la luz? –Me dice señalando al frente sin ganas.
Me acerco y enciendo.
La habitación es grande y típica de madera como de cabaña. Es realmente grande, es una sola habitación, tiene su sala con su pantalla su sala de juegos de de billar, su pequeña cocina, en la otra pared de haya, y la parte más bonita. La recamara. Es King sise blanca, se ve tan cómoda que dan muchas ganas de estar dormida aquí todo el día. No solo eso, esta justo al frente del balcón, que si es posible dormir con las puertas abiertas, se ve todo el cielo fantástico, tan relajada para poder dormir y mirarlas al mismo tiempo. En la izquierda está la chimenea con su leña justo para encenderse ahora mismo con este frio delicioso.
Y cuando menos pensé ver, ¿comida? En el piso está extendida una mantita con mucha comida junto a la chimenea. Oh dios mío mi Justin, esto es lo más hermoso que alguien haya hecho por mí. Es como una ¿Cita?
No quiero pensar eso, ni siquiera Justin me lo dijo. El solo dijo una <Sorpresa> nunca me esperaba algo así de él.
Mis ojos brillan, y miro a Justin con la boca abierta, el se levanta de la cama con una sonrisa tímida sin mostrar sus dientes.
-¿Te gusta?
-Es… ¡Maravilloso! –Me acerco a él y lo miro agradecida– Gracias Justin. – Le dedico una sonrisa.
De verdad que no entiendo porque ha hecho esto, y si de verdad… ¿le gusto? No, no me quiero hacer ilusiones, tal vez lo hizo por… no sé. ¿Debería preguntárselo? Tampoco quiero incomodarlo.
-¿Tienes hambre?
-Mucha –Nos acercamos y me siento en el suelo con mis piernas cruzadas. Justin se adelanta en encender la chimenea.

Tomo un palito para hacerme una brocheta de toda la comida que hay aquí, es una variedad de comida, que ni siquiera con los demás chicos preparamos. Deberíamos hacerlo.
Calentamos bombones con la fogata, salchichas, jamones.
¡Delicioso! Tomaré mi palito y le pondré un bombón, un jamón, salchicha, queso, una fresa, un durazno en almíbar, de verdad estoy loca. ¿Dulce y salado a la vez? También hay triángulos de sándwich
-Deliciosa combinación _____ –Dice Justin mientras lanza a su boja una uva y me guiña un ojo.
Y si es rara, pero delicioso, un poco de todo. Justin alza un palito con salchicha para dorarlas en el fuego. Es tan cálido aquí adentro, y el delicioso olor de a leña. Me siento muy bien aquí, podría hacer esto todo el día.
Me pregunto, como Justin pudo pagar otra cabaña, está loco en serio. Pero realmente lindo lo que hizo.

Hemos terminado casi la mitad de los bocados, aun queda poco de fruta. Duraznos y las fresas. Me empiezo a llenar. Justin come tan gracioso, es tan hermoso verlo comer. Se ríe y echa otro pedazo de durazno en su boca.
El silencio comienza a ser incomodo, solo el sonido del fuego es lo que se oye. Tomo otro bombón. Justin se acerca más a mí. Y para no quedarme como estatua, tomo una fresa y la saboreo con mis labios.
Joder… siento la mirada de Justin súper fijados en mí. Me sonrojo.
“Te deseo” Aprieto mis ojos con fuerza al recordar de nuevo esas palabras. El deseo en mí recorre por mi vientre y aumente el calor.
-¿Te gusto la comida? –Justin musita y se acerca más a mí. Ahora no puedo moverme
-Estuvo delicioso, gracias. –Me atrevo a mirarlo.
Hago mi cabello hacia atrás, haciendo que el aroma de mi cabello llegue a las narices de Justin, me he dado cuenta ama respirar en él.
¿Seducirlo? ¡Ja! Eso no es mi estilo, pero divertido. Lamo mis labios una vez más y Justin se acerca cada vez más a mí poniendo una mano en mi espalda acariciándola.
Oh cielos me estremezco cada vez más que hace erizar mi piel.
-Y… ¿vas a decirme tu deseo?
-No
-¿Por qué no?
-Porque es un deseo, no se puede contar –Suelto una risita.
-Dime… –Justin entorna sus ojos juguetones.
-Noup.
-Mmm. Entonces tendré que raptarte hasta que me lo digas.
-No, si no me atrapas –Me levanto a toda velocidad y la risa se me escapa, trato de subirme a la cama para ir al otro extremo del a sala.
-No te escaparás señorita. –Me aviento a la cama y Justin me atrapa con sus fuertes brazos haciendo que nos revolvamos en la cama haciendo que el quede encima de mi tomando mis ambas manos apoyándose en ellas en la cama. Nuestras respiraciones son aceleradas y no paramos de reír.
-¿Me dirás ahora?
-Si te lo digo, tendré que matarte después. –Contesto y Justin suelta una carcajada silenciosa.
-Bien.
Me acomodo mejor y poner mi cabeza en la almohada. Justin se levanta, saca su celular, su cartera, se quita su reloj, su camisa. Joder… Se quita los zapatos y las medias. Santo cielo ahora solo se encuentra desnudo excepto su pantalón.
Se agacha al suelo para tomar el recipiente de fresas y lo pone en el buro de aun lado de la cama para después acostarse a mi lado, y apoyarse su cabeza en su mano izquierda.
-¿Quieres fresas? –Dice con su voz aterciopelada. Yo asiendo con mi cabeza.
Hace su mano hacia atrás para tomar unas dos. Acerca la fresa y estiro mi mano para tomarla.
-No, las manos abajo _____. –Hago lo que me dice y acerca una fresa a mi boca y la empiezo a masticar. Mmm, deliciosa.
-¿Más? –vuelvo asentir. Acerca de nuevo la fresa.
-Solo la mitad. –Muerdo solo la mitad y él se come la otra mitad, sin dejar de mirar mis ojos.
Él se lame su labio inferior como de costumbre.
-¿Más? –Asiento.
Justin acerca otra fresa a mi boca para después regresarla hacia su boca y comérsela entera.
-¡Hey!
-Haha –El se ríe comiendo esa fresa que era mía. Frunzo el ceño.
Vuelva acercar otra fresa a mi boca, que espero no me vuelva a quitar el bocado.
-La mitad. –Muerdo la mitad. Termino de masticar e inesperadamente roza la fresa en mis labios. Abro mi boca para comerla pero él lo impide.
-No. Ciérrala. –La cierro y el vuelva acariciar mis labios con la fresa, haciendo que se pinten de rosa y dejen rastros de fresa en mi. El sigue acariciando hasta que la fresa baja hasta mi mentón, dibujando más y más hasta llegar a mi cuello. La fresa se desintegra poco a poco hasta que queda un pedazo haciendo que me come ese resto.
-Como deseo probar esos labios ahora… –Justin habla con unos ojos excitados y sus labios entre abiertos.
Santa virgen, lo que deseo por besarlos también ahora.
-Entonces hazlo. –Digo con un hilo de voz.
Justin lame su labio inferior acaricia mi mejilla cuidadosamente en no tocar el rastro de fresa que mancho en mi mentón y cuello. Se acerca para probar mis labios.
Cerrando mis ojos Justin aplasta sus labios en los míos, abriendo nuestros labios Justin saborea cada centímetro de mi boca, el beso se vuelve más acelerado y lento a la vez. Oh Dios es te hombre me vuelve loca. Justin embarra sus labios en mi mentón saboreando los restos de fresa, besando y besando hasta llegar a mi cuello. Hago a un lado mi cara para darle entrada a él. Justin besa más y más. Me estremezco por dentro a morir. El acaricia mi estomago sin dejar de besar mi cuello. Gimo un poco y Justin se aproxima de nuevo a mis labios. Justin soba un pecho mío, no sé si dejarlo, o que pare de una vez. Me siento rara, siento tan bien, pero no sé si debo de aceptar esto.
El beso se vuelve prolongado mientras saboreo su sabor a fresa. Justin baja su mano poco a poco hasta llegar a mi ombligo para lentamente llegar a mi feminidad por encima de mi ropa. Abro mis ojos como platos.
-No…
-¿Qué? –Justin se detiene y vuelve acariciar esta vez mi muslo, introduce su lengua dentro haciendo que nuestras lenguas bailen tan lentamente. El calor aumenta.
Justin da un segundo intento. Se pone en medio de mis piernas y se acuesta encima de mí sin aplastarme Besando mi cuello Justin baja cada vez más a mi pecho.
-Justin para. –Él se detiene y me mira los ojos por un momento para después dejar un beso en mi frente. Se acuesta nuevo mirando al techo.
Ahora me siento culpable. Quisiera sentirlo, dar mi primera vez. Pero no estoy realmente segura… aún es muy rápido.

Debería romper el silencio ahora mismo. ¿Qué debería decir? Ahora que me recuerdo. Quisiera saber si pago por la cabaña o algo…
-¿Y pagaste por la cabaña solo por esta noche o algo? –Pregunto.
-No.
-¿No? O sea que fue gratis.
-No. –Parece que no quiere darme más detalles, tengo miedo de seguir preguntando.
-¿Entonces?
-Entre sin permiso.
-¿Qué?
-Tuve que quebrar el vidrio de la puerta trasera para poder entrar. –
Oh no. Seguro si se dan cuenta los que trabajan aquí, Justin se meterá en problemas y todo por mi culpa.
-Justin… no sé cómo decirte esto, y si viene alguien y nos descubren, nos regresarán.
-¿No te gusto la sorpresa?
-Claro que me gusto. Me encantó. Pero aún me queda la duda de algo.
-¿Sobre qué?
-De por qué has hecho todo esto por mí. Arriesgarte a esto, y solo por mí.
-Solo agradécelo y no preguntes más.
-Te lo agradezco, solo que, me gustaría saber por qué. Que te ha hecho cambiar de opinión de hacer esto por mí.
-Basta de preguntas _____. Me harta una jodida madre ser cuestionado. –
Sabía que esto pasaría. Por eso mismo no quería preguntar nada. Y estoy aquí aguantando su bipolaridad incontrolable. Como siempre.
-Perfecto. –Me levanto de la cama para irme de aquí de una vez. Agradezco lo que hizo pero no estoy para aguantar sus cambios de humor repentinos.
-¿A dónde vas? –
-A la cabaña con los demás, ya es muy noche, y no podemos estar aquí.
-¿Y quien dijo que no?
-Como sea. –Me levanto por completo y siento como me jala el brazo y tumbarme en la cama para que pueda estar encima de mí.
-¡Justin!
-Tú no irás a ningún lado. –Su mirada ahora es juguetona.
Abro la boca para decir algo, pero no pienso gastar saliva más.
Me levanto haciéndolo aún lado por lo que Justin me suelta y me deja el camino libre.
-¿Estás molesta? –Pregunta.
Lo ignoro.
Busco mis zapatos para ponérmelos, y no sé si llevarme la chamarra de Justin. Pero decido irme así, aunque muera congelada haya afuera.
-Nena… – Mmm. ¿Ya no hay nada más? Y creo que ya. Me dirijo hasta la puerta de entrada, hasta de nuevo sentir como Justin me jala hacia él, tan rápido, con su fuerza apegándome a la pared, encerrándome con sus brazos.
-No te enojes conmigo. –Justin hace un puchero. Oh Dios mío, como puedo explicar lo adorable que se vio eso. Quiero sonreír, pero no lo haré.
-Nena… –Justin acerca su cara en mi cuello como de costumbre, respira en el. Acaricia mi espalda tan lentamente, haciendo volver erizar mi piel.
Joder.
Justin besa mi cuello una y otra vez, una y otra vez. Besa mi hombro y vuelve su cara a mí.
-Te deseo. Te deseo. Te deseo. ¿No lo entiendes? –Mis ojos se abren completamente. No sé qué decir, yo también lo deseo. Ahora mismo, quiero que todas mis extremidades sean ocasionadas por él.
Mi calor aumenta, mi deseo crece. Lo quiero ahora mismo.
Esta vez daré la iniciativa. Me lanzo posando mis brazos en su hombro y aplastar mis labios con los suyos, un beso apasionado entrelazando nuestros labios cálidos.
El se separa para poder respirar.
-Hueles también –Susurra y cierra sus ojos para abrirlos y ver sus ojos llenos de puro placer, que hace que me convulsione yo misma.

Justin me carga deteniéndome en la pared y estar horcajadas en su cintura.
Dios mío.
Su respiración se acelera, su cuerpo se acelera, se calienta, sus labios rosados arden de placer y llenarme de besos.
-Quiero llenar de besos cada centímetro de tu cuerpo, _____ –Me dice como si leyera mi mente. Mi estomago se llena de maripositas al escuchar eso.
Mi deseo crece, crece.
No puedo creer lo que estoy pasando, mi primera vez. Y CON JUSTIN BIEBER. Con quien menos imagine. Es tan jodidamente increíble saber que ha pasado solo una semana y estamos aquí. Mi primera vez. Nuestra primera vez… ¿Creo que es hora de que lo sepa?
Doy un suspiro.

-Eres el primero. –Lo miro esperando una respuesta de él. Pero el no dice nada se queda mirándome sin apartar su vista de la mía. Sin ninguna expresión.
-Y el último. –Musita
¡Oh mierda!
Justin jadea en mi boca y pone su frente en la mía. Sin dejar mis ojos libidos llenos de excitación, al escuchar cada palabra que sale de su boca.
Justin encaja otro beso en mis labios, moviendo como un gran compas jugoso y lleno de sabor.
Gimo en sus labios, lo deseo ahora mismo, sin importar nada.
Escucho otro gruñido de él. No podemos soportar más el deseo que recorre en nuestro cuerpo. Justin me carga hasta llevarme en la cama, sin dejar de besarme. Me empuja gentilmente hasta que caigo sobre el colchón.
Se arrodilla ante mí en medio de mis piernas, quitándome ambos zapatos. Me levanto sobre mis codos jadeando… necesitándolo. Mi primera vez…
Se prepara para darme otro beso en mis labios quisiera acariciar su espalda su todo, pero mi timidez me vence.
Dios mío, jamás he estado tan nerviosa, no sé qué decir. Ni hacer. No sé cómo actuar ante esto ¿Cómo es posible? que este chico me intimide, esas ganas de besarlo cuando lo miras, que te atrae, de encimarte en él y no parar de besarlo. Mierda.
Es algo tan nuevo.

-Nena aquí estamos. En este cuarto vacio… –Justin se acerca a mí con su pecho desnudo encima de mí deteniéndose con sus brazos en la cama.
Y es cierto, estamos solos, mirándonos, quien va hacer el primer movimiento… y ahora nuestros corazones están en esto.
-También te deseo Justin. –Hablo con un hilo de voz, un poco avergonzada.
Justin sonríe leve y me da un beso en los labios.
-No tienes por qué estar nerviosa nena. –Musita.
¡Oh cielos! Como sabe que estoy nerviosa. Trato de estar lo más relajada posible.
-Te tengo toda la noche para mí. ¿Sí? –Besa mi cuello– No te preocupes por nada.
Tan de pronto de lo que parece, siento que estoy temblando. Basta ______ basta. Relájate.
-La ropa no es requerida para lo que planeamos, nena. –Dice
Sé lo que dice, llego la hora.
Tiemblo. No, no, ¡Basta!
-Oh, nena. Tú eres mi deseo. –Justin jadea.
-Tus deseos son mis órdenes. –Respondo para darle la facilidad. Justin sonríe pícaramente y me besa de nuevo. Justin se acomoda entre mis piernas, sintiendo su erección crecer en mi feminidad con ropa. Dios mío, esto es tan caliente. Ciento una sensación extraña.
Justin se mueve un poco más y más sin dejar de besarme, besa mi mentón, mi cuello. Oh Dios… se mueve cada vez más y siento su pantalón que algo se endurece más.
-Oh, nena eres tan deliciosa, te comeré antes de que desvanezcas.
Siento que quiero parar, pero no puedo, estoy poseída ya con sus labios, con su piel con su todo.
-Está todo bien, ¿cierto? Si deseas parar, paramos. Solo dime antes de que lleguemos a algo más. –Este hombre es un amor, es tan diferente de lo que pensé.
-Te necesito ahora mismo. –Respondo.
-Solo déjate llevar nena. Lo haré lento y real, es... nuestra… primera vez. –Habla Justin mirándome a los ojos.
¡Oh!
Empieza a desabotonar mi camisa mientras deja besos como toques de plumas sobre mi mandíbula las esquinas de mi boca lentamente la quita y la deja caer al suelo. Se aparta pon poco y me mira. Tengo un sostén perfecto de encaje color negro.
¿Tan sexy me veré tumbada en esta cama con mi próximo hombre entrar en mi por primera vez?
-Oh, ____. –Suspira. Tienes una piel tan hermosa. –Me sonrojo.
¿Aún no sé si tendremos sexo, o haremos el amor? De él todo se espera.
-¿Nunca te he dicho que me encantan las castañas como tú? –Comenta mientras besa mi hombro y arrastra sus labios húmedos dejando sus jugos por toda mi piel, mientras va llegando a mi estomago y cada vez más abajo.
Me retuerzo.
¡Mierda, le gusto!
-No te muevas nena. –Dice entre beso y beso. Y este hombre me volverá loca.
Se vuelve a mis labios agarrando cada lado de mi cabeza. Su beso es penetrante, su lengua y labios juegan los míos. Gimo y mi lengua encuentra tentativamente la suya otra vez. Pone sus brazos a mí alrededor y me arrastra contra su cuerpo, apretándome con fuerza.
Una mano permanece en mi cabello, la otra vieja por mi espina dorsal hasta mi cintura y luego mi trasero. Sus manos flexionan sobre él y aprieta gentilmente. Me sostiene contra sus caderas y siento su erección, que empuja hacia mí.
¡Oh mierda!
Gimo una vez más en su boca y no puedo conténteme más las sensaciones. Me estoy volviendo loca, madre mía no puedo más lo deseo con toda mi jodida alma.
Justin gruñe y se quita los pantalones a una velocidad extrema quedando solo con su bóxer.
Lentamente Justin jala de mi short de mezclilla estando solo con ropa interior. Mi respiración se acelera. Ahora si estoy excitada. Extasiada.
Mirarlo sobre sus rodillas en frente de mí, sentir su boca sobre mí, es tan inesperado y caliente. Mis manos acarician su cabello empujando gentilmente mientras trato de tranquilizar mi respiración demasiado fuerte. Me mira a través de sus pestañas largas y ojos avellana..
El se detiene y lame sus labios como de costumbre, nunca rompiendo el contacto visual.
-Eres tan hermosa. –Murmura y luego se inclina y besa el interior de mi muslo, dejando rastro de sus besos hacia arriba, sobre el material de encaje de mis bragas. No puedo más…
Mi piel está en llamas, estoy roja, caliente, y fría a la vez Mi primera vez. Mierda.
Agarro la sabana y la aprieto.
Se pone a mi lado y su mano viaja desde mi cadera, a mi cintura hasta llegar a mi pecho, me mira y acaricia mi pecho apretándolo tan delicadamente. Mete su dedo índice en la copa de mi sostén y la tira hacia abajo liberando mi pecho y repite el proceso con mi otro lado. Estoy más roja de lo normal.
-Oh cielos, lo que yo podría hacerte, ____. –Susurra y sopla suavemente sobre uno mientras su mano se mueve a mi otro pecho.
-Justin… –Gimo.
Justin niega con su cabeza.
-Oh… Justin por favor. Te necesito ahora mismo.
Mi respiración todavía esta entrecortada mientras
Su dedo se desliza atreves del encaje fino y lentamente hace bajar hasta mis bragas tan lentamente sin dejar de mirarme a los ojos. Toca mi feminidad por encima de interior y me pongo tímidamente roja.
Brevemente cierra sus ojos y su respiración se entrecorta.
-Esta tan lista, cariño.
-Lo haré tan lento y real. Lo prometo. – Mis mejillas se sonrojan. Ahora estoy desnuda ante él.
Justin se pone en medio de mis piernas. Y las cierro fuertemente. Me siento tan intimidada. El las abre de nuevo sin dejar de mirarme, se inclina y lanza un beso ahí.
-Ah –Gimo y mi cabeza se hace para atrás. Como es posible que tan solo ese contacto me vuelve tan loca.
-¿Lista? –Dice. Y asiento con mi cabeza mordiendo mi labio.
-Ese labio. Besa mi muslo, hasta volver a llegar a mi sexo.
Baja tan lentamente las bragas quedando totalmente desnuda. Quiero cerrarlas pero el me detiene.
-Lo haré lento y real. –Vuelve a decir.
Justin se acerca al buro y saca un ¿condón? Lo abre con tanta facilidad. No quiero mirar como se lo pone. Esto es tan intimidante y caliente a la vez.
Se quita el bóxer. ¡Oh cielos, no miraré!
Justin se acomoda en medio de mis piernas arrodillado en la cama. Me detengo con mis codos y por primera vez lo veo con su grande erección enfrente de mí. Poniéndose el preservativo con gran facilidad. La punta hasta deslizarlo hasta abajo.
Justin se acerca y besa mis labios otra vez. Introduce su lengua y yo le doy acceso a eso. Besa más apasionadamente. Baja a mi cuello y siento como su sexo acaricia el mío. ¡Mierda!.
-Eres mi deseo nena. –Justin susurra entre un gemido.
Separa mis piernas más de lo normal su erección se libera mucho más.
-¿Estás segura de esto? –Dice y asiento con mi cabeza.
Posiciona la cabeza de su erección en la entrada de mi sexo y se hunde de un golpe en mi interior.
-¡Ah! –Grito mientras siento esa sensación extraña mientras él rasga mi virginidad. Se queda quieto dentro de mí deteniéndose en sus brazos mirándome. Su boca está abierta.
-¿Te lastime? – Niego con la cabeza. Me siento tan apretada, tan extraña.
-Ahora voy a moverme, si te lastimo me dices ¿sí? –Asiento.
Y el lanza un beso en mis labios nuevamente.
Se retira con una lentitud deliciosa. Y cierra sus ojos llenos de placer, gime y empuja en mi interior otra vez. Grito de nuevo y él se queda quieto.
-¿De nuevo? –Su surra con su voz ronca.
-Si –Lo hace y lo hace de nuevo. Se queda quieto y gimo.
Se mueve pero esta vez no se detiene y hunde un poco más tan lento…
Se detiene en sus codos para no aplastarme y hundirse tan deliciosamente de mí.
Se mueve lento al principio impulsándose dentro y fuera de mí. Acelera yo gimo y él se mueve más y más fuerte. Y yo mantengo el ritmo, encontrándome con sus embestidas, acerca su rostro y besa mis labios fuertemente, mientras sus dientes agarran de mi labio inferior por primera vez, se mueve un poco y
Empiezo a ponerme rígida y empuja otra vez.
-Ah –Justin gime y se mueve cada vez más.
Mi cuerpo se estremece, se hunde un brillo de sudor sobre mí. Oh dios… no sabía que se iba a sentir así… es tan increíble. Y más porque es con él. Solo él y yo es tan…
-Nena… –Justin gime sin aliento mientras no deja de moverse. Aprieto mis ojos con fuerza. Dios…

Me deshago con sus palabras explotando alrededor del mientras llego al clímax junto a él, me desarmo con el cansancio mientras se viene y dice mi nombre, empujando duro y con delicadeza, para quedarse quieto. Acabando dentro de mí.
Sigo jadeando, tratando de recuperar el aliento mi corazón latiendo con fuerza y mis pensamientos están tan locos.
Todavía sigue dentro de mí. Justin abre sus ojos y me miran con su mirada lívida.
Presiona sus labios contra los míos con su respiración relajada.
-¿Te lastime?
-No… –Susurro.

Me pongo a su lado, sintiéndome despejada, estoy tan relajada. Le sonrío. No puedo dejar de sonreír. Esto es tan hermoso, mi primera vez ahora con él.
-____... –Justin susurra.
-¿Si?
-Eres mi deseo ahora. –Dice él mientras mi corazón late a mil. No puedo creer que esto esté pasando. Justin ¿si en verdad me quiere como yo lo quiero a él?
No quiero que esto acabe nunca.

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C o n t i n u a r a ~ 
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