viernes, 10 de enero de 2014

• Capitulo O9

-Narras tú- 

Mi cabeza daba vueltas una y otra vez sin creer lo que estaba pasando “Oohh Justin Bieber… Si él se acaba de ir hace unos momentos.”
Que mierda estaba pasando. El me dejo tirada como un perro en la calle. Este era su plan, hacerme creer que lo perdonaría, volver a caer en sus juegos “En su trampa” 
Saliendo del restaurant frustrada con un gran nudo en la garganta sin seguir creyendo lo que estaba pasando, no tenía ni una maldita idea de cómo regresar. Como se le ocurrió dejarme aquí sola. Eso no es de un hombre, porque, porque a mí. 
Mis ojos se rosaron al mirar que ni un auto pasaba estaba todo solo. Poniendo una mano en mí boca lamentando lo que estaba pasando una lágrima broto en mi mejilla.

Dios mío ayúdame. Rece con la certeza de que regresara e irme de este lugar solo, que a cualquiera que estuviera aquí, le aterraría estar sola. El frio penetraba las ondas de mi piel haciendo que rozara una y otra vez mis manos encima de mis brazos tratando de darme calor.
-Mira, mira quien está ahí. –Escuche como unos pequeños susurros en mi espalda hablaban, pero ignore.
-Shh… –Esos susurros provenían mas a mí mientras escuchaba los pequeños sonidos de sus zapatos crujiendo las hojas y la tierra al pisar. 
Mi angustia creció un poco más, solo seguir rezando que todo esto acabara. Apretando los ojos con todas mis fuerzas sentí unas manos deslizarse en mi culo. Abrí mis ojos con tanta desesperación volteándome para fijarme en el rostro de aquel sujeto me aparte de repente.
-Hey, estúpido que haces. –Levante ambas manos en señal de alto protegiéndome, sabiendo que eso no beneficiara en nada.
-¿Uh perra quieres jugar un poco? –Dijo mientras tres hombres más se acercaban a mí encerrándome contra el muro.
-Por favor no me hagan daño se los suplico. –Dije mientras mi rostro se formaba con más grande preocupación.
-No te aremos daño nada mi vida… solo una buena follada en medio de la oscuridad. –Contesto mientras se acercaba sobando mi pierna.
-No me toques maldito. –Susurre severa.
-Mmm… como me gustan, las que no se quedan calladitas.
-Déjame perro imbécil –Conteste fuerte mientras me azotaba contra el muro mientras levantaba mi blusa lentamente. Olfateando mi cabello y respirando en mí oído lentamente y rápido a la vez.
-¡NO! –Grite en lo que los otros dos sujetos me tomaba con fuerza, uno bajaba mi short y el otro comenzaba a tocar mi feminidad. Moviéndome con todas mis fuerzas para soltarme no podía con esa gran fuerza inmensa en mí.
-¡SUELTENME O LES JURO QUE SE ARREPENTIRAN! –Aquellos hombres no dejaban de apretarme mientras el sujeto besaba mi cuello otro seguía tocando feminidad con fuerza lastimándome.
-¿Que aras perra? ¿Amenazarme? ¿Matarme? Jaah –Hablo entre dientes mientras daba una risa de despecho
-¡AUXILIO!, ¡AUXILIO! ¡AYUDA POR FAVO… –Aquel hombre me interrumpió callando mi boca con tanta fuerza apretada contra el muro mientras mi cabeza se aplastaba en ella. Los otros dos hombres lamian mi vientre mientras llegaban a mi feminidad. Apretando mis piernas con la mayor fuerza posible aquellos golpeaban con manotazos forzándolas en abrir.
¡AUXI..MMMMLIO… –Gritando con todas mis fuerzas rezando a Dios que me me ayudara a salir de este horrible lugar. Este seguía apretando su mano con mi boca para callarme. 
-Que, ahora si amenázame, ¿arrepentirme? ¿Matarme? ¿Qué aras ahora? Ni pienses que tu querido novio volverá por ti ya que te dejo como perra tirada en la calle.
-mmmhmmm!. –Gritaba con toda mi alma.
-Cállate hija de puta. –Grito mientras el sacaba una navaja filosa levantando el cuchillo postrándola en mi mandíbula. Apretando mis ojos una lagrima derramo por mi mejilla deslizándose hasta caer en el cuchillo. Sollozando en silencio no pude contenerme más hasta pisar su pie con tanta fuerza que alcanzo a soltarme y correr de ahí. 
-No te libraras de mi puta. –El me tomo de nuevo apretándome contra la pared poniendo su nava baja de nuevo en mi mandíbula cortándome haciéndome sangrar demasiada sangre. Mis lágrimas y mis sollozos no pudieron quedarse más callados.
Dios mío ayúdame, ¡ayúdame! Pensé a sí misma.

Mirando sus ojos llenos de lujuria, y maliciadora me arme de valor para golpear con la mayor fuerza de toda mi vida puse mi rodilla en su miembro a gran velocidad. Haciendo que él se arre volcara del dolor apretando sus propias manos en su miembro. 
Corriendo con todas mis malditas ganas hacia la carretera, para encontrar alguna auto cualquiera, que me pueda salvar, sin importarme si era un extraño o no, deseando encontrar alguno y salir de aquí. Todo estaba obscuro solo encontrarme con una curva obscura.
Mis piernas no podían más, corría para salvarme, mirando hacia atrás cuando no había avanzado casi nada más que ocho metros, al percatar que aquellos dos hombres me perseguían. 

Mis oídos se aturdieron al escuchar el sonido de el claxon de una camioneta se escucho tan fuerte que me impresiono haciendo voltear de nuevo mi cara hacia el frente.
-¡¡______!! – Escuche mi nombre gritar con gran desesperación y yo en medio de la carretera cuando mi estomago cayo completamente al percatar que un auto… ¡ESTABA APUNTO DE ATROPEYARME!

Mi corazón se detuvo al mirar que el auto estaba a unos centímetros de mí a gran velocidad y sus luces delanteras cintilaban, cuando en lo único que pensé fue en que ya morí. Mi vida termino atropellada.
-AHHHHHHHHHH! –Grité despavorida protegiendo mis manos en mi cara y no mirar el horrible accidente que me provocará porque ya no tenía ni un segundo de tiempo para poder correr y quitarme del camino. 
Esperando que el auto me a derribara, volar completamente y terminar tumbada a muchos metros de distancia se escucho como el auto a freno noté que el auto me había esquivado completamente, estampándose contra el muro. 

- ¡ _____, _____! –Unas voces se escucharon mientras se acercaban a mí pero no veía nada, mi vista se nublo completamente, mis rodillas ya no respondían absolutamente nada, desvaneciéndome hacia el piso golpeándome la cabeza.

-Narra Justin-

Mis manos temblaban, teniendo la inseguridad de girar el volante de una vez y regresar por ella. Mis dedos tamborileaban en el con nerviosismo si ir por ella o no.
Mirando en el camino, y la obscuridad de la noche, los arboles silbaban con fuerza por culpa de la noche fría y de aire, mi mente no podía dejar de pensar en los ojos de ______, del miedo que ella estuviera teniendo en estos momentos. Como de mierda se me ocurrió dejarla sola. ¿Solo porque Deborah y mis amigos no se dieran cuenta que estaba con ella? Joder… me hubiera ahorrado todo este grande problema con decir que salimos a cenar nada más. Como amigos, que pudo haber pasado. 
Recordando aquellos tipos que le silbaban me aterro pensar en que ella pudiera correr peligro. Seré un cabrón, pero no un machista.

Mis amigos era lo que menos me importaban. ______ corría peligro, lo presentía, y no solo presentir si no que, una mujer no puede estar sola. Con la puta madre.

No lo dude ni un segundo más y gire el volante pisando el acelerador y el freno al mismo tiempo preo curando de que no viniera un auto mas, aceleré con toda mi alma. Regresando por ella, por _______, se que nunca me perdonará, y menos cumpliré con mi apuesta. Pero ahora lo que más me importaba era su vida. Su maldita vida.
Aceleré 70, luego 100, luego 120 kilómetros por hora, girando en las curvas lo más rápido posible, puto auto de mierda, ¡acelera!

Estando a casi un kilometro de distancia al restaurant mi sangre bajo al notar como unas luces de colores parpadeaban inmensamente formándose un tráfico de autos del otro lado de la carretera esperando para poder pasar uno por uno. 
-¡Jodido infierno! –Grite con preocupación. Eran ambulancias y policías y no nada más eso, habían ¡PERITOS! acercándome con más velocidad estacione el auto antes de bajarme lo más pronto posible el auto cerrando con un gran portazo el auto. No quería pensar lo que creo que podría estar pasando. Tome mi celular marcando el celular de _____ cuando contesto la operadora diciendo “No Disponible”
-Puta madre. –Corrí rápido hacia la ambulancia y los peritos, notando como subían un cuerpo tapado con una sábana blanca. Mi estomago se revolvió totalmente al impresión y al maldito miedo de que fuera ella.
-Corrí apartando a la gente que no me dejaba pasar.
-Disculpe joven no puede pasar. –Intentando quitar a la enfermera y los policías con toda mi alma me detenía.
-¡DEJENME PASAR CON LA PUTA MADRE ES MI CHICA, ES MI CHICA! –Conteste desesperado que casi las lágrimas en cualquier momento estarían a punto de ser notables.
-¡NO ALEJESE O TRENDRÉ QUE ARRESTARLO. –El policía grito sacando las esposas. 
-Quitándome de encima a los dos policías que me detenía, me acerque al cuerpo que estaba tumbado en esa camilla.
-¡Por favor señor, se lo suplico déjeme verla! –Suplique. El no lo dudo más y me permitió acercarme para ver el cuerpo.
-¿Quiere que lo haga yo?
-No-o… yo lo ha-are. –Dije con las palabras entrecortadas. Acercando mis manos lentamente a la sabana, me arme de valor de deslizar rápidamente la sabana de su rostro para acabar con esta gran duda. 
Cuando note el rostro de una persona desconocida sin vida manchada de sangre. 
-Hacia atrás señor, hacia atrás, tiene que subir el cuerpo de una vez ya. –Contesto el policía mientras me tomaba del brazo.
-¿Espere, usted conoce esta persona? –Respondió el señor de la ambulancia.
-No… este, yo solo pensé que…
-Aléjese de aquí por favor. –El policía me aparto de ahí. Sin dejar de mirar el cuerpo, mi cabeza dio vueltas al pensar que ella está viva. Mi corazón se reanimo totalmente respirando rápido.

-Donde estas ______, ¡donde! –Gritando su nombre con la certeza de encontrarla ella no estaba. Mirando por todos lados, no había ni una señal de ella, mi desesperación entro en pánico, poniendo mis ambas manos en mi cabeza arrastrándolas en mi cara lamentándome lo sucedido.
-¡MALDITA SEA! –Grite mientras golpeaba la llanta de mi auto


Sintiendo como mí celular vibraba, mire con la esperanza que fuera ______, cuando no era así, era Ryan.
-Ryan que bueno que me llamas, man no sabes lo que acaba de pasar. ¡Por tu jodida culpa _____ está desaparecida cabrón, te dije que vinieras puta madre!
-CALLA TU PUTO HOCICO Y PON TU MALDITO CULO EN LA CAMIONETA DERECHITO A MI CASA. 
-Ryan pero...
-¡QUE YA HIJO DE PUTA! 

-Narras tú-

El olor del alcohol entraba por mi nariz molestándome apreté mis ojos ya que la luz se enfocaba totalmente en mí lastimándome la vista. Abrí mis ojos lentamente encontrándome con un rostro con la visión borrosa, mire la cara de mi amiga… Nicole.
-Oh ¡ ______! Amiga estás bien. –Ella me sonrió con las ganas de querer abrazarme
Cerré los ojos sobando mi cabeza.
-¿Do--nde estoy? ¿Qué ha--ces aquí Nicole?
-Como que, qué hago aquí, _____ estuviste ¡APUNTO DE MORIR! –Intentado recordar aquello, abrí mi boca con impresión mientras ponía mi mano derecha hacia mi boca mientras unas lágrimas rodaban por mi mejilla. Cerré mis ojos con fuerza. Para dejar de recordar aquel terror que pase.
-¡Lo sé amiga!, ya paso, ya paso. Estas viva, ¡a salvo! –Dijo mientras me abrazaba rosando su mano en mi brazo una y otra vez.

-Yo sabía que algo malo iba pasar. Si no hubiera convencido a Ryan que fuéramos por ti… Dios sabe que malo te pasaría. 
-¿Convencido? –Mire confundida a Nicol y a Ryan que note que por primera vez que estaba ahí parado sin haberme dado cuenta.
-¿De qué hablas? ¿Cómo supieron que estaba sola en ese lugar? –Se miraron entre ellos dos.
-Díganme por favor. –Suplique 
-Ryan recibió una llamada de Justin, por una estupidez… el dijo… que estaba contigo en ese lugar… y bueno yo en ese momento estaba aquí con Ryan… el ignoro lo que Justin le dijo y
-¿Qué le dijo que? –Interrumpí mientras ella me callaba con su mano. Ella se levanto y se cayó por unos segundos intentando recuperar las palabras.
-Pero le imbécil de Justin… –Pauso por una fracción de segundo suspirando ruidosamente–… como ¡MIERDA! Se le ocurre dejarte ahí sola. Yo sabía que algo malo te pasaría, por eso convencí a Ryan que fuéramos por ti. Pero jamás pensamos que te encontraríamos ¡casi matándote!
-Vamos ____ que rayos hacías corriendo en medio de la carretera, si ese auto no te esquivara… ya estuvieras… –Interrumpí que no terminara la frase cerrando los ojos.
-Es que no sabes lo que me paso antes de ser atropellada.
-¿Pero qué mierda? –Ryan contesto mientras se acercaba más a nosotras.
-Estuvieron a punto de… –Los mire a ambos–
-Violar. –Nicole termino la frase por mí. –Sin decir una palabra más, agache mi rostro mientras mis ojos se cristalizaban.
-Lo que faltaba. ¿Te das cuenta Ryan? ¡Todo es culpa por el maldito perro imbécil de Justin!
-Ya, tranquila, tranquila. –Nicole enloqueció mientras Ryan comenzaba a calmarla.
–No, no… tú no entiendes. ¡MI AMIGA ESTUVO APUNTO DE MORIR! ¡DE MORIR! Y TODO POR CULPA DE LAS ESTUPIDECES DE ESE IDIOTA!
-Aun no me has dicho por qué Justin le llamo a Ryan. –Conteste fría.
-Para que jodidos quieres saber _____ ese imbécil desde un principio te dije que no era nada bueno. Y ahora lo que intenta es deshacerte de ti o que mierda, mira como estas amiga –Respondió mientras miraba mi cara que se conformaba con una capa de sangre derramada hasta el cuello.
-¿Esos imbéciles te hicieron daño verdad? Como preguntarlo. –Ella se lamento. Mientras tomaba una sabana y la colocaba en mi espalda enrollándome completa mientras me abrazaba
-Solo les quiero agradecer lo que hicieron por mí.
-No seas tonta _____ no agradezcas, sabes que pondría las manos al fuego por ti. Una y otra vez, porque te quiero, eres mi mejor amiga y no dejaría que nada malo te pasara. –Contesto mientras tomaba una taza de té caliente y me la daba.
-Ahora tomate este té, termínatelo porque te llevaremos a casa. 
-Joder, se me había olvidado completamente que había escapado de casa. Espero que mi papá no se haya dado cuenta.
-¿Vez lo que ese estúpido te hace hacer? 
-No digas eso amor, sabes que también te has escapado. –Ryan dio unas leves risitas

La puerta se abrió lentamente, mirando hacia mi izquierda, inesperadamente me encontré con los ojos de Justin. Mi corazón cayo de no esperarme verlo de nuevo aquí, mostrándose de valor para darme la cara después de lo que me hizo. Mirándolo como seña de; mírame, mírame lo que me han hecho por tu culpa.

-¡Que jodidos haces aquí! –Nicole grito mientras se levantaba hacia con Justin. El solo no decía nada.
-Lárgate de aquí imbécil –Nicole lo empujo apretando con sus manos la camisa de Justin.
-Quita tus putas manos de encima perra. –Justin gruño
-Mírala, mira como han dejado a _____ por tu culpa. ¡ERES UN PATÁN! Como jodidos se te ocurre dejarla ahí sola ¡ESTUVIERON APUNTO DE ATROPEYARLA. –Justin abrió los ojos como platos al escuchar eso, después dio una mirada amarga mientras se dirigía a la cocina cuando venía con una lata de cerveza abriéndola. Pero en ningún momento se atrevía a mirarme. Sabía que lo hacía, pero de reojo.
-Todavía vienes tan digno y te pones a beber. ¡Imbécil! –El salió fuera de la casa mientras Nicole le perseguía siguiendo en decir sus verdades.

Me acerque a la puerta donde Justin y Nicole se alegaban 
-Nicole… –Ella volteo a mirarme
-¡QUE! –Alzo sus manos.
-Ya basta. –Dije con un hilo de voz.
-¿Disculpa? _____ Estas viendo lo que ese te hizo y todavía lo defiendes
-Solo quiero ir a casa. –Dije mientras mi voz se quebraba del dolor, pero no dolor físicamente, si no de tristeza saber que aunque me haya pasado esto.
-Oh amiga, perdóname. –Ella volvió a mis brazos encerrándome mientras Justin me devolvía la mirada de tristeza, de arrepentimiento, que no se atrevía acercarse por un milímetro más de mí.

Entrando al auto, vi por el retrovisor a Justin parado mientras miraba alejarse el auto.

-Narra Justin-

Quería abrazarla, quería decirle que lo sentía, quería explicarle todo de una vez por todas. Pero mi puto orgullo y el miedo a que rechace mis perdones no me dejaban.
-Nicole tiene razón, soy un imbécil.
-Si lo eres –Contesto Ryan mientras lo miraba a él negando la cabeza.
-Es que, cabron como se te ocurre dejarla ahí sola, no pude creerlo que enserio hiciste eso. Fue muy estúpido.
-Ya lo sé joder, pero no podía hacer que me viera Deborah y los demás, tú sabes que todos se darán cuenta de la puta apuesta. ¡Pero te dije que no lo hiciéramos!
-Es tarde Justin, además solo una maldita follada con ella y ya te desases de la apuesta. Pero veo que será ya mas imposible que nunca Justin. 
-Nunca me hubiera perdonado si ella… muriera por mi culpa. Esa culpa no me dejaría vivir en paz. –Dije mientras alisaba las arrugas de mi frente mientras agachaba el rostro.
-Justin…
-¿Hmm? –Respondí sin mirarlo.
-No solo la estuvieron a punto de atropellar.
-¡¿Qué coño dices?!
-Mmm…
-¡Joder dime! –Dije alterado.
-También estuvieron a punto de violar, no viste la sangre de su cara.
-¡PUTO INFIERNO! ¡SOY UN HIJO DE PUTA! MAL PARIDO –Mi furia se desquito con la mesa de centro aventándola con mis dos manos hacia arriba quebrándose todo el cristal
-¡SOY UN HIJO DE PUTA! ¡MALDITOS! Me las van a pagar. –Me acerque a la puerta decidió en ir a matarlos a cada uno que le hicieron daño
-¡Jus-Justin! Man, tranquilo, tranquilo –Ryan se puso atrás de mi apretando sus brazos en mi pecho con fuerza deteniéndome.
-Man, man! Relax 
-¡Esos hijos de puta deberían estar muertos! –GRITE CON FURIA.
-Iré por ellos, ¡DEJAME IR COÑO!
-¡Justin ellos de seguro ya no están!
-¡ENTIENDELO! Hicieron daño a _____ no me puedo quedar con los brazos cruzados, es lo mínimo que puedo hacer por ella. ¡Ya que no tengo la puta cara para decirle un simple lo siento!
-Ya veremos que hacer mañana, por ahora cálmate man. –Mi ira bajo, pero mi cuerpo no dejaba de subir y bajar mientras apretaba mi mandíbula con fuerza y mis puños cerrados.

-Narras tú-

Llegando a fueras de la cochera, mi casa estaba todo obscuro, gracias a Dios que mi papá no ha sospechado nada de que me fugue.
-Gracias por todo amiga. –Le dedique una sonrisa mientras sobaba su mano.
-No hay de que, sabes que hoy por ti, mañana por mí.
-Te quiero –La abrase mientras bajaba del auto.
-Anda ve, yo esperare aquí hasta que estés dentro.

Caminando lentamente por la entrada, introduje la llave girando la manija tan lentamente haciendo el menor ruido posible. Poniendo un pie dentro de la casa, rezando que el ruido del rechinado de la puerta desaparezca.

Caminé de puntillas, las luces se prendieron de repente, mi corazón se cayó cuando mire a mi papá parado con sus manos cruzadas me paralice totalmente, que ahora si estaba ¡MUERTA!
Si leíste hasta acá, presiona en twittear.

No hay comentarios:

Publicar un comentario